Declaración anarquista contra el cambio climático

Bloque anarquista contra el cambio climático (Madrid)

El cambio climático es el producto de la sociedad industrial nacida hace dos siglos en Europa e impuesta violentamente al resto del mundo. Fueron dos siglos de envenenamiento continuo por efectos nocivos de todo tipo que trajeron consecuencias devastadoras: deforestación, desertificación, sequías, inundaciones, escasez, tormentas violentas, extinción de millones de especies ... En esta situación, muchos están buscando una solución ...

Soluciones estatistas e izquierdistas:

Reformas que solo conducen a una intensificación de la miseria más allá de lo que podemos imaginar. Las soluciones de los izquierdistas no solo no critican a la sociedad industrial, sino que la colocan en un lugar privilegiado en todo el proceso de cambio. Cualquier solución al cambio climático debe surgir de sus tecnologías, cuando vimos que fue el desarrollo de tecnologías industriales o complejas lo que causó el cambio climático, es el avance de la lógica de la ideología del progreso. Creando la ilusión de que existen atajos tecnológicos sin tener en cuenta las causas fundamentales del cambio climático: principalmente la emisión de gases de efecto invernadero. Una de estas "soluciones" tecnológicas es la manipulación del clima a través de la geoingeniería, que presenta grandes riesgos para los ecosistemas, porque se basa en el consumo excesivo de tierra, agua y otros elementos naturales que algunos insisten en llamar recursos. Aquellos que ven la solución en tecnología no se quedan ciegos: los transgénicos iban a acabar con el hambre del mundo ... las energías verdes con la contaminación ... todo esto para que el sistema tecnocientífico continúe funcionando, pero aumentando la miseria de aquellos que necesitan sobrevivir en él. Los estadísticos y los izquierdistas promueven la regulación de la nocividad, intentan ocultar que regularlos es aceptar su existencia, promoviendo tratados que regulan la emisión de gases de efecto invernadero. Es una maniobra de distracción. Reducir las emisiones significa aumentar la cantidad de gases, pero más lentamente. El clima cambia según la cantidad de carbono o metano, no de las emisiones anuales a la atmósfera; por lo tanto, la reducción de emisiones continúa provocando el cambio climático. Por lo tanto, izquierdistas, políticos, ONG ... solo pretenden regular la devastación, lo mismo que está matando todo lo que vive en cualquier parte del planeta, para seguir viviendo en este sonambulismo tecnológico.

Capitalismo verde

Control social y aceptación de las condiciones de vida: la crisis climática no destruirá el capitalismo, no nos enfrentamos un colapso, sino a una reestructuración de las condiciones de vida. El capitalismo industrial se está adaptando al fin de la existencia de combustibles fósiles y, siguiendo su lógica de eficiencia y efectividad, se ha vuelto verde y ecológico, está promoviendo y desarrollando energías alternativas para que el mundo pueda seguir funcionando como lo es ahora, las llamadas energías. El verde perpetúa la existencia del capitalismo, además, no hay energías verdes y / o limpias en la sociedad industrial. Las energías verdes continúan causando estragos, desde la energía solar cuyos paneles solares compuestos de silicio (cuya extracción envenena áreas cercanas a la mina con consecuencias devastadoras para las vidas de quienes viven en áreas cercanas) hasta la energía eólica cuyos materiales se producen de la misma manera. Nada es verde en la sociedad industrial, la producción de automóviles ecológicos (o cualquier otro artefacto industrial) crea cientos de efectos nocivos de la extracción de los materiales que lo forman, la energía necesaria para su funcionamiento, para el proceso de fabricación, por no mencionar las relaciones sociales que todo esto genera. El mundo verde, de energías verdes nos llevará a la misma pesadilla que produjo la "revolución verde" del siglo pasado.

Ante la devastación causada por el cambio climático, el capitalismo está desarrollando medidas de control social, ya que millones están huyendo de lugares que el cambio climático hará inhabitable. Europa ya se protege con numerosas medidas: fronteras militarizadas, estrictas medidas de seguridad interna, vigilancia biométrica, pruebas de ADN y mucho más. Todo esto con el objetivo de controlar y reprimir a quienes no tienen cabida en la fortaleza europea y a aquellos de sus habitantes que se rebelan contra las condiciones de vida impuestas. Es necesario atacar la raíz del problema: la organización industrial del mundo, la sociedad tecnocientífica y su mundo sin delegar nada ni a nadie. Solo entonces podremos poner fin a una catástrofe que ya está en marcha.